Quizás a lo largo de tu vida has sentido que tus relaciones tienden a fracasar y a veces desearías estar con alguien que verdaderamente forme un equipo contigo, con quien puedas hacer planes futuros, así que, para lograr esa estabilidad, siempre estás buscando la manera de entender cómo ser madura en una relación.
Lo primero que debes hacer es, bloquear ese miedo al fracaso que tanto nos intimida; ninguna relación es perfecta, nunca encontrarás al príncipe azul de los cuentos de hadas; pero sí puedes encontrar a ese compañero con quien forjar una relación estable.
Ninguna relación está exenta al fracaso, pero lo más importante es vivir a plenitud cada momento con tu ser amado y juntos resolver cada dificultad que se les presente y, si no hallan la solución a sus diferencias, por lo menos, podrás lograr una ruptura sana para ambas partes.
Cada relación es diferente, no dejes que otros comparen sus “relaciones perfectas” contigo; siempre habrá personas tratando de presionarte para hacer o decir cualquier cosa. En los momentos que necesites un buen consejo, busca personas sabias o un terapeuta.
Olvídate del miedo a las terapias de pareja, todas alguna vez hemos estado contra la espada y la pared y nos negamos a escuchar a algún profesional; pero después de aceptar la ayuda, te arrepentirás de no haber accedido antes.
En una relación madura, ambas partes respetan las creencias y personalidades del otro; sin embargo, deben comprender que existirán situaciones en las que alguien tiene que ceder y adaptarse a las costumbres del otro.
La madurez no tiene nada que ver con la edad; hay personas bastante adultas con relaciones “toxicas” que las hacen infelices y hay jóvenes, empezando la vida de la mano de su alma gemela. Lo importante es saber identificar si la otra persona encaja en tus necesidades y estilos de vida.
Ciertamente, nadie elige de quién enamorarse, es un acto involuntario, imposible de evitar; pero el hecho de fijarnos siempre en personas equivocadas habla mucho de lo que en realidad somos por dentro; así que, si este es tu caso, busca ayuda especializada y créeme, cuando empieces a cambiar la percepción de ti misma, aparecerá la persona correcta.
Muchas veces la pregunta correcta no es ¿cómo ser madura en una relación? Sino ¿Con quién quiero tener una relación madura? Recuerda que un paraje involucra a dos personas en igualdad de condiciones, así que la madurez debe venir de ambas partes.
Formas para tener una relación madura
Cada relación tiene sus propias estrategias para ser funcionales, algunas puede que funcionen, pero otras pueden estar completamente erradas sin que nos demos cuenta, por esto la importancia de recibir ayuda profesional.
Por tal motivo, definiremos algunas formas para tener una relación madura, que nacen de la experiencia y las necesidades de muchas parejas; así que tomaremos en cuenta los factores más genéricos en estos casos. Puede que sean formas simples y que quizás te sorprenda el no haberlo entendido antes; pero te aseguro que pueden representar un verdadero cambio en tu forma de percibir tus relaciones.
Fomentar y cultivar un vínculo sano
Para que exista un vínculo sano lo primero que debes preguntarte es ¿realmente soy feliz con esta persona? Si la respuesta es positiva, ya tienes la mitad de la batalla ganada, pero el verdadero reto es que esa felicidad que se otorgan mutuamente permanezca en el tiempo y a pesar de las dificultades.
Para fomentar y cultivar ese vínculo, debe existir la comprensión y el apoyo mutuo; debes estar dispuesta a aceptar y amar algunos de sus defectos, cosa que también debe hacer tu pareja contigo y que ambos comprendan que para las situaciones difíciles cuenta con la otra persona. En una relación madura nunca debes sentirte sola o abandonada a tu suerte.
No debes cerrarte a la idea de demostrar lo mucho que te importa la otra persona. A veces nos avergonzamos de nuestros propios sentimientos y eso no es sano; así que dile lo mucho que te importa; los seres humanos siempre necesitamos escuchar esas palabras.
Pero sobre todas las cosas, demuéstrale lo que sientes, con acciones, con respeto, confianza, sinceridad. Tienes que dar todo eso que deseas recibir y espera lo mismo a cambio; si la otra persona no te corresponde en todo esto, entonces, no vas por buen camino.
Cuando existe un vínculo sano, confías tus peores atributos a la otra persona, sin miedo al rechazo, y eso es exactamente lo que tú también debes hacer, aceptarlo tal cual es. Pero todos estos factores deben surgir en armonía; si sientes que lo haces por obligación, porque no te queda de otra que soportarlo y ya, entonces, nunca serás feliz.
Comunicación en una relación madura
La comunicación es el corazón de una relación madura; es el punto de partida para determinar si vale la pena seguir adelanten; la falta de comunicación es la detonante principal para la mayoría de las rupturas amorosas. Muchas cosas se pueden evitar si te sinceras con la otra persona.
A veces tenemos miedo de afrontar nuestros propios demonios, de decir las cosas que nos molestan o incluso, nos aterra admitir las cosas en las que hemos fallado; nos creamos una película en nuestra mente de todo lo que podría salir mal si lo hablamos.
En una relación madura, ambos deben ser capaces de expresar lo que sienten; sus fracasos y sus virtudes; y debe existir la tolerancia y la sabiduría necesaria para resolver los problemas o, en su defecto, para tener una ruptura llevadera.
“Ruptura”, la palabra que nos aterra. Pero siempre debes saber que no todas las relaciones son para siempre y hay puntos donde debes decidir si continuar o no, todo depende de lo que estés buscando y de si eres realmente feliz.
Por lo tanto, la madures no debe estar solo dentro de la relación, sino que también los debe acompañar en el momento de una posible ruptura.
Pero recuerda, la comunicación es indispensable; te quistarás todas las cargas emocionales; muchos terminan una relación por miedo a decir algunas cosas; nada pierdes con hablar.
Confianza en una relación madura
Si estas en una relación madura, si de verdad confías en esa persona y estás dispuesta a pasar el resto de tu vida a su lado, no deberías sentir celos desesperados ni montar una persecución cada vez que dudes de esa persona. Si tu pareja te ha dado motivos para la desconfianza, entonces, busquen ayuda profesional o sal de esa relación.
Los celos siempre van a existir; pero la cuestión es que tú seas capaz de controlarlos y no que ellos te controlen a ti. La confianza va más allá de tener celos o no; confianza es la plena certeza de que esa persona está dispuesta a amarte del mismo modo que tú lo amas a él (o ella).
Resolución de problemas de pareja
No existen relaciones perfectas, en cualquier relación normal, siempre pueden surgir conflictos y desacuerdos y es aquí donde se pone a prueba nuestra madurez. Recuerda que los gritos e insultos no van a arreglar nada, sólo lo empeoran todo, a tal punto que una palabra dicha en un momento de rabia puede ocasionar heridas irreparables.
Es por esto, que deben estar capacitados para resolver problemas de la forma más sensata posible, bien sea hablando y solucionándolo por sus propios medios, o aceptando que necesitan apoyo de un profesional.
Hay que admitir que hay un problema y tratar de solventarlo es mucho más sabio que ignorarlo y dejar que la situación crezca y que luego no la puedas controlar.
Como te veníamos diciendo, hay muchas formas de tener una relación madura, sin embargo, cada pareja entiende sus propios términos y proyectos, nosotros solo podemos plantearte de forma general, los puntos más comunes que pueden ayudarte en circunstancias complejas, pero solo tú decides cómo tomar cartas en el asunto ante cualquiera de ellas.
7 cosas que te hacen ser maduran en una relación
Existen varias características que se reflejan en una persona que tiene una relación madura y que seguro quieres saber para evaluar si realmente eras una de ellas, es por eso que te presentamos 7 características de alguien que vive una relación madura.
Tienes la capacidad de comunicarte sabiamente con tu pareja; sin gritos ni ofensas, siempre con la mentalidad de resolver el problema y no empeorarlo.
Aceptas sus defectos (siempre y cuando no te dañen a ti), perdonas su pasado y amas su presente.
Comprendes que son un equipo, juntos en las buenas y las malas; pero al mismo tiempo, respetas su individualidad.
Sientes que eres capaz de convivir con la otra persona para el resto de tu vida y amarlo a lo largo de los años.
Se conocen mutuamente, hasta los detalles más oscuros de su vida y no hay juicios ni reproches.
Están dispuestos a ejecutar proyectos a largo plazo juntos.
Son compañeros de vida, no bastones emocionales. Están conjuntos por que se aman y no por miedo a estar solos.
Ya lo ves, si te estabas preguntando ¿cómo ser madura en una relación? Ya te habrás dado cuenta de que es una situación compleja pero que, si lo logras, serás la persona más dichosa de tu entorno; la vida en más bonita si la compartimos con alguien más.