El mundo de hoy es cada vez más competitivo, y una buena idea se puede volver contagiosa, llegando a manos capacitadas que la hagan surgir y convertirse en un verdadero triunfo. Así que, para que esa creatividad que posees funcione realmente para ti, esa persona capacitada debes ser tú mismo.
De esta manera, serás quien imagine, dé forma, lleve a la realidad y disfrute de esa grandiosa “buena idea”. Es decir, te habrás convertido en un verdadero empresario.
¿Qué hacen los buenos empresarios?
Un buen empresario cuenta con habilidades que le permiten establecer comunicaciones asertivas, dirigidas al desarrollo y crecimiento de su empresa. Expresa claramente sus ideas y planes de acción para que su equipo conozca la dirección del proyecto y además sabe cómo darlo a conocer al mundo.
También es importante que pueda ser un buen líder. Esto no solo se refiere a saber dirigirse a su equipo. Igualmente deberá escuchar, atender y resolver para todos. Se trata de llevar la dirección de toda la empresa, respetando y creando un ambiente de armonía.
Por supuesto, no podemos olvidarnos de las capacidades para gestionar, planificar y organizar todo lo referente a las actividades de la empresa. Aquí entra también saber tomar decisiones asertivas que conlleven al logro de los objetivos.
Para esto es necesario que un buen empresario pueda priorizar sobre las decisiones y situaciones, además de mantener en claro los propósitos de la empresa, con mente clara, serena y concentrada.
¿Debo estudiar para ser un buen empresario?
Desde luego que sí. De hecho, para garantizar el éxito de tu empresa, lo mejor es prepararte con todo aquello que te pueda resultar de utilidad, no solo en cuánto a los temas de administración y finanzas, sino en referencia a los proyectos y objetivos de la misma.
Es decir que, si tu empresa se desenvuelve en el mundo de los textiles, por ejemplo, lo ideal sería que te mantuvieras al día con respecto a todo lo que tenga que ver con telas. Sus tipos, sus usos, la demanda, la oferta, las innovaciones, las tendencias, incluso detalles como la historia de algunos tejidos. Nunca sabrás cuando esa información te resultará de utilidad.
Desde luego, antes que nada, hay que prepararse a nivel universitario. Allí encontrarás carreras que son las más recomendadas para iniciarte en el mundo empresarial, con buen pie.
- Administración y liderazgo. En esta carrera aprenderás a organizar tus objetivos, planificar las estrategias necesarias para el logro de los mismos, medir los logros y usar los recursos de forma eficiente. Todo mientras asumes la posición de un verdadero líder.
- Finanzas y contabilidad. Con esta carrera estarás capacitado para tomar las decisiones más acertadas en cuanto al manejo de los recursos económicos de la empresa. También podrás localizar fuentes de financiamiento ideales para mantener el constante crecimiento de la misma.
- Marketing. Algo que es de suma importancia en el mundo empresarial es saber cómo dar a conocer tu empresa. Con esta elección conocerás todos los elementos que se manejan en el mercado y la mejor forma de usarlos a tu favor.
Características de un buen empresario
Además de los conocimientos que adquieres a través de los estudios, hay una serie de aptitudes y actitudes que debes aprender a desarrollar, porque estas también ayudarán a impulsar tu empresa.
Pasión y confianza
Entrégate con todo y pon el corazón en tus ideas. No permitas que una puerta cerrada te desanime. Habrá muchas, pero también te estará esperando una abierta en algún lugar, esa es la que te interesa y debes llegar hasta ella.
Ten confianza en ti mismo, en tu proyecto y en el equipo que has creado. Corre riesgos, atrévete a crecer y apuesta por ello. Muchas veces el éxito se esconde detrás de una idea que puede parecer alocada, pero la verdad es que solo necesita pulirse, y alguien que le dé la oportunidad, sé esa persona.
Organización y método
Que seas arriesgado no significa que no sepas hacia dónde vas, ni cuál es el método para llegar. Es muy importante organizarse, mantener las ideas claras y conocer los pasos y estrategias que conllevan al logro de los objetivos.
Si bien es cierto que los estudios profesionales te darán muchas de las herramientas necesarias para mantener la organización de tu empresa, siempre dependerá de tu capacidad para manejarlas y de tu orden personal. Si no cuentas con esta forma de ser, no te preocupes, afortunadamente es algo que puedes aprender y desarrollar.
Comunicación y asertividad
Ya lo mencionamos anteriormente, pero vale la pena hace énfasis en esto. La comunicación y el asertividad son herramientas claves para que ese sueño que ronda tu mente se haga realidad. La razón es simple, este es el camino para que tanto tu equipo como el mundo sepan qué es lo que has soñado, lo que esperas, hacia dónde vas.
Competitividad y originalidad
Como ya hemos dicho, el mundo se ha vuelto cada vez más competitivo y tú no puedes quedarte atrás. Es por eso que debes mantenerte en constante crecimiento, no solo en la preparación personal y de tu equipo. También es importante ser muy creativo y dejar que las buenas ideas fluyan.
No copies lo que veas en otros, inspírate para crear propuestas diferentes, completas, originales. Sé una cara auténtica y que todos puedan reconocerte por ser único.
Creatividad e Innovación
Por supuesto, debes ser innovador. Presentarte renovado cada tanto, con productos y servicios frescos y originales que conquisten nuevos clientes y mantengan firmes a los fieles. Esto requiere de mucha inventiva e imaginación, es un don con el que es fundamental poder contar, y si lo tienes, te será sencillo ejercitarlo.
Desde luego, siempre puedes contar con un equipo creativo, con personas con un alto nivel de creatividad, listos para aportar las mejores propuestas para tu empresa.
Gana experiencia y conoce el mundo
No te quedes en las paredes de tu oficina, y abandona la zona de confort. El mundo es un lugar inmenso, lleno de espacios para llenar, tierras por conquistar, sueños por lograr. Ayuda a tu empresa a crecer conociendo otras culturas y llevándolas a tu propio país.
Sé empático y honesto
Un buen empresario considera a sus empleados, los atiene y presta especial atención a sus necesidades. Esto ayuda a crear un ambiente de trabajo armonioso, donde las ideas fluyen con más ligereza y las actividades y responsabilidades se cumplen con mayor eficacia y eficiencia.
Por último, no olvides nunca la honestidad. Esta debe ir de la mano contigo en todo ámbito de la vida, y esto incluye tu empresa.