Debido a que enseñar no hace referencia sólo a la transferencia de conocimientos, esto va más allá, del dominio del contenido académico. Un buen profesor es la amalgama del conocimiento, con el entusiasmo, empatía, amabilidad, responsabilidad, ejemplo y otros atributos que le distinguirán de los otros profesionales.
La importancia de ser un buen profesor
Un buen profesor es el que despierta la inspiración en sus estudiantes. Él no solo tiene un amplio conocimiento de la materia que suministra, aparte la enlaza con habilidad al plan de estudio correspondiente. Posee diversos atributos, fácilmente reconocibles, es afectuoso, considerado, correcto, empático y sobre todo buena persona.
Un buen profesor es un líder nato por naturaleza. Es un ejemplo a seguir. Su comportamiento, palabras y forma de dirigirse a los estudiantes, pueden dejar huellas significativas en el desarrollo de la personalidad de los educandos.
Consejos para ser un buen profesor
Entre los rasgos característicos para que llegues a ser un buen profesional de la docencia, es desarrollar con excelencia tu vocación. Debes tener la capacidad de adaptarte a los diversos grupos con los cuales te vincularás en cada período de clases.
Aunque no poseas una fórmula mágica, debes tener la capacidad de crear estrategias que le permitan al alumno mejorar su rendimiento. Debes fomentar un ambiente agradable en tu aula, para que los estudiantes se sientan cómodos en tus clases.
Ten en cuenta que los mejores docentes son los que consiguen equilibrar la autoridad y la amabilidad. Deberás ser una persona en la que los estudiantes puedan encontrar apoyo y aunque no sea fácil, debes ganarte su confianza. Con esfuerzo, empatía y respetando sus características individuales, podrás lograrlo.
Debes inspirar
Entre las diversas habilidades, debes tener entusiasmo por lo que haces, capaz de motivar e inspirar a tus estudiantes a trabajar con interés cada actividad. A la vez que les inspiras a ser mejores cada día, comportándose correctamente no solo en el aula de clases, sino también en la vida cotidiana.
Sigue tu vocación
Tu vocación permitirá vayas siempre tras la excelencia. Es la felicidad que experimentarás al realizar la labor docente de la mejor manera, para llegar a tus estudiantes y ver resultados satisfactorios en ellos. Sigue tu visión humanista, llega a tus alumnos brindándole la oportunidad de formarse para el futuro y verlos crecer como persona y ciudadanos.
La vocación te permitirá ir tras la búsqueda de herramientas para adaptarte constantemente a los cambios y circunstancias que puedan presentarse en las aulas. Debes saber que el compromiso de un buen profesor no termina al concluir las clases, siempre seguirás preparándote e investigando para mejorar tu labor.
Sé dedicado
La dedicación y responsabilidad van de la mano en un buen profesor, siempre serás cumplido con tus tareas y asignaciones dentro de la labor docente. También estarás en constante revisión de tus actividades y buscarás estar al día de las nuevas estrategias en beneficio de tus estudiantes.
Generalmente dedicarás tiempo para estar al día e implementar recursos que faciliten tu labor de una forma amena y motivadora, que despierte el interés del estudiante. Dedicar tiempo en preparar tu clase te permite controlar eficiente y flexiblemente cada situación y poder llegar correctamente a tus alumnos.
Practica la empatía
Debes aplicar la empatía para ponerte en el lugar de cada uno de tus estudiantes y entender sus particularidades. Algunos de tus alumnos pueden tener un proceso diferente para superar los obstáculos que les ponen trabas para alcanzar los objetivos trazados.
Innova todos los días
Cuando te encuentras inmerso en esta labor docente para ser un buen profesor debes ser innovador. Ser creativo, tanto para atraer la atención de tus estudiantes en clases como en la manera como presentas tus conocimientos.
Crea lecciones cautivantes y dinámicas, que llenen de expectativas la mente ávida de nuevos conocimientos de tus estudiantes. Siendo un buen profesor, dejarás huellas, recordarán con afecto las enseñanzas transmitidas y permanecerán los aprendizajes a lo largo de los años.
Actualízate constantemente
Algo que no debes dejar pasar, es la actualización de tus conocimientos con regularidad. Un buen profesor siempre debe revisar y refrescar sus conocimientos académicos y también estar al día con las estrategias más adecuadas para llegar hasta sus estudiantes.
Otros consejos para ser un buen docente
El tránsito para alcanzar ser un buen profesor no es corto y nada sencillo. De hecho, ten la seguridad que nunca termina, es un constante proceso de actualización y mejoramiento. Por tanto, es imprescindible que mantengas tus habilidades frescas, activas y no olvides los siguientes aspectos:
- Aprender a ser flexible en el aula y en tus planificaciones.
- Tener siempre paciencia.
- Plantear con creatividad cada clase
- Ser organizado
- Ser creativo y entusiasta
- Procurar estar accesible para todos tus estudiantes.
- Practicar la coherencia con las normas que debas dictar.
Toma en cuenta que un buen profesor invierte mucho esfuerzo, dedicación y estudios. Aunque es un oficio remunerado la mayor satisfacción es el crecimiento de los estudiantes y su proyección como hombres y mujeres de bien.