Tienes miedo de arruinar el vínculo, aunque sientes que puedes mejorar tu comportamiento.
Ahora bien, para mantener una relación sana es necesario que prosperes como persona, dejando atrás actitudes infantiles y emplees aquellas que te ayuden a ser mejor.
También existen algunos parámetros que debes evitar y entre estas destacan las comparaciones con otros noviazgos. No obstante, uno de los errores comunes que cometen las parejas es traer recuerdos sobre relaciones pasadas, lo que a su vez genera conflictos. Por lo tanto, acuérdate que estas en un vínculo nuevo y aunque se susciten inconvenientes en ocasiones tienes algo real que te hace feliz ahora.
4 Formas para tener una relación madura
La madurez amorosa viene en conjunto con el equilibrio, por tal motivo tiene que existir un balance entre lo que deseas y cómo estás haciendo para conseguirla. Claro que no es algo tan sencillo, pero mejorar tu comportamiento contribuye de forma positiva en otros aspectos de tu vida 😄
Por otra parte, recuerda que las relaciones perfectas solo existen en las películas y series románticas. Sin embargo, en un idilio amoroso tendrás que corregir actitudes que te estancan para potenciar tu relación y fortalecerla todos los días.
Cultivar y fomentar un vínculo sano
Cuando estas en una relación madura creas una conexión única que aporta felicidad a tu vida. Por lo mismo, apoya a tu pareja y de forma mutua cuiden de su bienestar, intereses, metas y objetivos para que ambos crezcan y mejoren como individuos.
También demuestra tu amor más que palabras con acciones y acuérdate de apreciar los pequeños detalles que tiene tu compañero y agradecerle por ellos con actos inesperados como con un tierno beso o un abrazo.
Comunicación
El platicar en tu relación es vital, ten presente aprovechar todas las ocasiones que puedan conversar. Así mismo, recuerda escuchar y expresar tus sentimientos. No guardes lo que sientes, esta actitud te estancará y no te permitirá avanzar.
Además, si te cuesta hacerlo esfuérzate por hablar y sacar aquellas emociones que has empujado en tu interior. De la misma forma, ten presente que la sinceridad puede generar problemas bajo ciertas circunstancias, sin embargo, es uno de los factores que también la reforzara.
No obstante, si tu pareja hizo algo que te causo molestia, coméntalo y vean juntos como resolverlo. Recuerda no se trata de que estén de acuerdo en todas las ocasiones, pero si en dejar claro que te disgusta y no estarías dispuesta a tolerar.
Confianza
Ten presente confiar en la otra persona, es uno de los pilares que hará crecer tu relación. Es decir, no necesitas estar todo el tiempo encima de tu pareja escribiéndole o invadiendo su espacio. También aprovecha tus momentos a solas para realizar algunas de tus actividades favoritas esto hará que recuerdes que ambos tienen intereses propios.
Es normal sentir celos, pero en una relación madura ambas partes poseen seguridad y conocen el nivel de compromiso del otro. Además, ten presente alejar las actitudes inmaduras hacia tu pareja como pedirle su celular o las claves de redes sociales.
Por otra parte, acuérdate de compartir con tu compañero aquellas cosas que sabes que podrían ocasionar inconvenientes a futuro. No ocultes situaciones o acciones para que se malinterpreten luego, tampoco se trata de que compartas hasta el último de tus pensamientos, sino que seas sincera.
Resolución de problemas de pareja
De manera general, cuando se suscita un inconveniente con tu chico y mantienes una discusión resulta difícil controlar las palabras que expresas en momentos de enojo. Sin embargo, respira un poco y piensa antes de decir cosas hirientes. También acuérdate ser respetuosa y tratar a tu compañero como te gustaría que lo hicieran contigo.
Por otra parte, para evitar las discusiones sin sentido debes poseer tolerancia y aceptar la forma de ser de tu pareja. Es decir, el comprender que esta tiene defectos y actitudes negativas. Esto contribuirá a evitar inconvenientes y así no generar problemas más grandes de lo que son.
7 cosas que te hacen ser madura en una relación
Respetas la opinión de tu pareja cuando no está de acuerdo contigo mediante el empleo de un diálogo abierto.
No tienes la necesidad de controlar a tu pareja todo el tiempo, sabes que ambos mantienen una vida independiente llena de actividades que hacer.
Te comunicas con sinceridad en los momentos en que algo te disgusta, sin temor a que la otra persona se enoje.
Vives el ahora de la relación y resuelves los conflictos reconociendo que tú también tienes defectos.
Muestras alegría valorando los pequeños detalles espontáneos que te brinda tu compañero.
Asumes la responsabilidad, sabes reconocer que has cometido un error sin culpar a tu pareja y disculpándote por ello.
Aceptas repartir las actividades con igualdad para que cuando realicen algo juntos no lo haga siempre solo uno de los dos.