Hablar en público o tomar la palabra en un debate no es para todos. Se deben seguir ciertas reglas y cosas que hay que evitar si se quiere captar el interés del público. Y aunque algunas personas son buenas oradoras por naturaleza, otras no lo son. Pero es posible aprender a serlo.
Lo primero que debes tener en cuenta para llegar a los demás, es la confianza en ti mismo. Saber que eres capaz de enfrentar a un numeroso público y salir airoso de la situación. Además, tienes que demostrar credibilidad, seguridad y competencia. Es importante dominar el tema, conocer muy bien lo que deseas transmitir.
Si deseas captar la atención del público, debes ordenar tus ideas y darles un discurso lógico. Evita que el estrés domine ese momento, se auténtico y sencillo, para que puedan comprender lo que expresas. Así, evitarás caer en una alocución aburrida.
La importancia de ser un buen orador
Para nadie es fácil hablar en público. Siempre representa un reto que el discurso llegue al otro de la mejor manera. Que sea claro, preciso y sobre todo que aporte conocimientos o ideas nuevas a los demás.
Hablar ante un público grande o pequeño es una habilidad esencial para cualquier líder que se precie. En ciertos casos se convierte hasta en un desafío, poder enfrentarse y transmitir todo lo que sabe o conoce de determinado tema.
Un buen orador capta la atención de muchas miradas que lo siguen atentamente, mientras escuchan lo que dice. Su importancia es esencial, ya que puede alentar a los demás a dar cambios de vida, a sentirse mejor, a influir en sus decisiones y maneras de asumir compromisos.
Pautas para ser un buen orador
En la actualidad es muy importante ser un buen orador, ya que la sociedad exige e impone retos en distintas áreas, laborales, educativas, profesionales. Por ello, no se puede improvisar como orador.
Y sí, no es nada imposible convertirse en un buen orador, aunque esta habilidad no sea tan sencilla. Para hablar en público con éxito, no hay que dejar nada al azar. Es fundamental que exista una buena preparación, un excelente material, el lenguaje corporal adecuado y la apariencia.
Debes conocer tu audiencia
Antes de asistir a una conferencia, debes saber todos los detalles. ¿A qué público va dirigido el discurso? Por ejemplo ¿Cantidad de personas? y desempeño profesional o laboral de los concurrentes.
Esto te permitirá prepararte bien y transmitir un mensaje claro e interesante. Además, establecer un feeddback que permita intercambiar ideas y opiniones para que la comunicación sea muy fluida y logre alcanzar los objetivos propuestos.
Sé un amante de las historias
Un buen orador es muy preparado, le encanta tener conocimiento en varias áreas. Leer lo suficiente para estar enterado de todo lo que ocurre a su alrededor. Esto le permite tener un discurso fluido, capaz de enlazar ideas de forma espontánea, vincularte con su discurso y pensamiento con facilidad.
Esto no sería posible si no toma las medidas necesarias. Por ello, se encuentra siempre en busca de historias e informaciones. Que le permitan comprender mejor las distintas herramientas comunicativas que son necesarias para poder llegar al público que le sigue.
Cuida tu postura
Un buen orador llama la atención desde el primer instante en que se para delante del público. Su seguridad y aplomo logran atrapar las miradas. Se produce una confianza de inmediato, que indica en cierto modo qué tipo de orador tienes frente a ti.
El lenguaje corporal es muy importante para lograr que el público se sienta atraído o no. Es parte del discurso, una forma de comunicación no verbal. En ella van incluidos los gestos, posturas y movimientos.
Realiza actividades físicas
Las actividades físicas son muy importantes para un buen orador. Con los ejercicios se liberan tensiones y estrés, lo que es de gran ayuda para que el cuerpo y la mente se relajen antes de dar un discurso.
Permite tener un status emocional mucho más equilibrado y sosegado. Factores positivos al momento de asistir a una conferencia. Ya que te darán los elementos necesarios para tener confianza y seguridad en lo que vas a decir.
Otra Pautas para ser un buen orador
Un buen orador siempre se vale de distintos recursos para mantener un discurso claro. Donde las ideas que emerjan a través de su expresión verbal sean captadas de una manera sencilla, pero, además, debe tener en cuenta otras pautas que le ayuden en su comunicación:
Tener confianza en ti mismo
Al tener confianza, no debes tener miedo de hablar en público. Y si estás interesado en ser un buen orador, es necesario dejar de lado la inseguridad, complejos, timidez, o desconfianza que puedas tener. Es necesario transmitir credibilidad, legitimidad y sobre todo demostrar que eres una persona competitiva.
Planificar el discurso
Un buen orador debe planificar muy bien lo que desea transmitir. Por ello, es esencial ordenar las ideas y presentarlas de forma lógica.
Ser diplomático
Si tienes que hacer comentarios o críticas que puedan ofender a la gente. Utiliza tus habilidades diplomáticas, ya que no todo el mundo puede soportar una conversación directa.
Es de gran ayuda ser dinámico
Una voz monótona y casi inaudible, un rostro inexpresivo, una cabeza inclinada. Son el reflejo de una falta total de dinamismo. Y eso no le gusta nada al público, por ello, debes buscar la manera de estar activo en todo momento hasta el final del discurso. Así, el público se mantendrá atento a lo que se dice y se expresa